Sólo algunos de ustedes sabrán que Neighbours era una telenovela australiana.
En Italia no lo creo. Pero fue muy famosa en Cataluña en los años 80.
Mi hermana y yo solíamos verla a meundo. Nos gustava mucho.
Había personajes como Alan Dale, Kilye Minogue, Guy Pearce, Rusell Crowe, Natalie Imbruglia
En mi vida, cada vez que pensaba en los vecinos, en las muchas casas en las que viví, siempre recordaba ese programa de televisión, los años de mi juventud y mi hermana.
Es un recuerdo muy hermoso.
Especialmente mi hermana.
En nuestro día a día " Neighbours " es una relación que crece con el tiempo.
Como todas las relaciones, por otro lado.
Todavía recuerdo una noche de hace unos dos años cuando estaba creando un juego en el garaje para regalarselo a la pequeña Agata, la hija de unos amigos donde iba a cenar al día siguiente.
Fue alrededor de las 11:00.
Estaba trabajando con una persiana abierta y un poco de luz.
El garaje era completamente diferente al de hoy.
La garaje ha cambiado. Y yo también.
Mi vecina había llegado en coche. Era tarde.
Nos habíamos saludado por unos meses. Pero no nos conocíamos.
Tan pronto como terminó de aparcar, la llamé:
"Lo siento, ven a ver lo que estoy haciendo. Es tarde. Y me ves aquí solo con una luz en mi garaje. Si no lo ves, pensarás que soy un potencial asesino en serie como los de la televisión"-
Ella confió en mi.
Vino. Y miró.
A veces todo cambia si te pones en acción. Como hice yo.
Y a veces todo cambia si confías en alguien que te inspira algo hermoso. Como hizo mi vecina.
Desde entonces me he hecho muy amigo de su pareja. Ahora marido.
Les he hecho pequeños regalos con madera.
Me trajeron un maravilloso aceite desde la Puglia después de las vacaciones de verano.
Salimos a comer en el restaurante. Incluso con mis tres rayos de sol.
Y comimos los unos en las casa de los otros.
Una vez encendí su coche con los cables de la batería.
Ella me ha hecho dulces todos los sábados del confinamento. A menudo instigada por él, que no está en su entorno natural en la cocina.
Mis hijos tienen una relación maravillosa con ellos. Incluso se confabularon a través de "whatsapp" sin mi conocimiento el día de mi cumpleaños.
La vida es un viaje.
Conoces a gente interesante.
Estás con la gente que amas.
Estás con gente que te quiere.
Esa es la belleza de la vida.
Pero debemos ser conscientes de que nada ocurre sin sacrificio.
Nada bueno nos pasará si no hacemos un esfuerzo.
La vida no regala nada a nadie. Especialmente a los que están siempre parados.
Hoy he hecho uan vuelta muy larga en bicicleta con unos amigos.
He cometido un error en el desayuno y he tenido una gran crisis de hambre durante la subida más larga.
Pero he llegado a la cima.
Con mucho sacrificio.
Y lo he hecho porque me estaban esperando mis amigos.
Ha sido maravilloso llegar allí. Recuperarse. Y poder terminar la vuelta viendo paisajes impresionantes.
En la vida, puedes retirarte a mitad del camino. Y regresar sin disfrutar de lo que encuentras en la cima.
Y puedes tener a alguien en la puerta de al lado que no conoces y que ha será siempre un completo extraño.
O puedes...
pedalear sin pararte. Y disfrutar del espectáculo en la cima.
tener un gran deseo, llamar a la metafórica puerta de al lado, y con un poco de esfuerzo descubrir que hay alguien con quien puedes hacerte una gran compañia.
Y un día el vecino te escribe:
"Teudis, he visto esta mesa en Amazon. Las patas son de acero. Me gustan mucho. ¿Crees que podríamos hacerlas de madera?"
Y tú respondes:
"Vamos a intentarlo juntos. Será divertido".
Y aquí está.
En esta mesa hay mucha pasión, técnica, precisión y trabajo.
Ahora le toca al vecino pintarla.
Ahora le toca a él poner el parquet para completar el plano de la mesa.
Así sentirá “la mesa mucho más suya".
Como el Vinavil y Elthon John. Pero eso es un secreto entre el vecino y yo.
