Viernes 22.09.2023
Esta mañana me he levantado desganado, cansado.
Llego a la universidad. Con dificultad.
Mi despacho está vacío. Mis colegas Ricky y Luca están en una sede externa para un examen del curso de enfermería.
Como siempre, dejo mi mochila junto a mi silla y cojo los "vales" para el café.
Camino hacia la cafetería.
Está extrañamente vacía.
Lleno mi botella de agua en el dispensador.
Entro en el bar y me acerco al mostrador.
"Hola Tea, ¿qué tal? El café de siempre, gracias". Le sonrío, como cada mañana.
Miro quién está allí. Elisa y Pamela están charlando en las mesas altas.
"Hola chicas, ¿puedo acompañaros?".
"Hola Teudis".
Las miro. Algo va mal.
"¿Qué pasa chicas...?"
"Teudis, Marco xxxx ha fallecido"
.....
"Pero, ¿cómo? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Por qué?"
"Sí, Teudis. Nos acabamos de enterar ahora. Marco falleció ayer de repente, quizá fue un paro cardíaco".
Marco es un colega que trabajaba en el hospital.
Su cuñada trabaja conmigo desde hace siete años.
Vuelvo a mi sitio. Estoy hecho polvo.
Ahora me alegro de que no haya nadie en la despacho. Lloro solo.
El día es una sucesión de mensajes entre colegas.
Voy a comer con las chicas de secretaría. Miro fijamente el vacío. La última vez que vi a Marco estábamos los dos en la comedor.
Por la tarde en el hospital, tenemos un momento de oración por él.
Cuando alguien nos deja siempre se dice que se ha ido alguien especial.
Esta vez es verdad.
Marco sólo tenía 43 años. Deja mujer y tres hijos.
Era un hombre muy especial.
No era alguien como yo, expansivo y extrovertido.
Era reservado y tranquilo.
¿Tienes en mente que siempre escribo sobre la búsqueda de la belleza? ¿Que hay que disfrutar de lo cotidiano? ¿Que la bondad puede cambiar el mundo? ¿Que la belleza trae cosas bellas? ¿Que no estamos hechos para estar solos? ¿Que siempre debemos mirar lo positivo?
Ese hombre, no sé por qué, sin conocerlo tanto, me transmitió estas cosas.
Empiezo a tener canas. Y las arrugas no paran de aparecer.
Ya he dejado a mucha gente en el camino.
Muchas personas siguen siendo muy importantes para mí aunque ya no estén. Han dejado una huella imborrable en mi corazón.
Mis padres, la iaia Antonia, mi abuelo Teudis, la abuela Marisa, el abuelo Angelino, la Sara, Bimbo, Sergio y muchos otros.
Y ahora Marco.
Desgraciadamente.
Gracias Marco.
Sin saberlo me enseñaste tantas cosas.
Todos te echamos de menos.
Para cambiar el mundo, para hacerlo más bonito, para mejorarlo, no se necesita intimidación, poder, fuerza o estrategia. Tampoco hace falta dinero.
Para cambiar el mundo se necesita bondad y la mirada de Marco.
Él ha cambiado el mundo.
Amigo mío. No hay tiempo que perder.
No pierdas el tiempo.
Aléjate de las cosas, los lugares y las personas que no te hacen sentir bien.
Dedica tiempo a hacer bien lo que tienes que hacer, sonríe, pasea con tu hijo, regala una flor por sorpresa, sé atento con los que te rodean, di te quiero, abraza, ofrece una palabra amable para todos. Sé acogedor.
Disfruta de las pequeñas cosas.
No sabemos cuánto tiempo se nos dará.
Marco, te he conocido poco.
Marco, he sido profundamente feliz de que hayas aparecido en mi camino.
Protégenos allí donde estés.
Abraza mis padres, por favor.
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