Mal momento.
Buen momento.
Todo es relativo.
Algunos dicen "Mal momento":
"Mal momento". Mejor no salir. Mejor no tocar. Es mejor sólo mirar. Es mejor sólo oler. No, no. Nada de socializar en vivo. Mejor tener mil amigos virtuales. A los verdaderos los dejaré bién alejados. No, no. El virus no me atrapará. Haré lo que sea necesario para escapar".
"Mal momento". El mundo se me cae encima. Será mejor quedarse callado. Cancelaré todas mis relaciones. Me cancelo a mí mismo. Y luego veremos. "
"Mal momento". Estoy seguro de que llegará mi turno. Y me voy a sentir muy mal. De hecho, ya me siento muy mal. Me siento solo. En riesgo. Mi única compañía es el gel alcolico. El mundo me está aplastando. No sé dónde moverme para evitarlo".
Algunos dicen "Mal pero bién":
"Mal momento". Pero la vida no termina aquí. En la tormenta aprendes a navegar mejor. Y cuando la superas, llegas a unos puertos estupendos".
"Mal momento". Sé que tal vez el un PCR daré positivo. De hecho, estoy seguro de qué pasará. Y sé que cuando pase, voy a sacar lo mejor de ello y voy a salir adelante también esta vez ".
"Mal momento". Pero el sol saldrá de nuevo. Con todos nosotros diferentes. Y son muy conscientes de que "diferente" no es sinónimo de "peor".
Todos vamos a pasar por un PCR positivo.
O nuestros seres queridos lo harán.
No hay escapatoria.
Va a suceder.
Es una certeza.
Y los que lo niegan autocensuran lo que está pasando.
El fin de semana pasado Teudissino me pidió que pintara su skateboard.
Lo pintamos de color negro. Agresivo. Opaco. Sin adornos. Pero hermoso.
Y eso en mi cabeza cambió muchas cosas.
Gracias a Teudissino estoy en el garage después de mucho tiempo.
He cogido algunas herramientas. Aunque haya sido por poco tiempo. Y incluso si es para hacer algo muy simple de hacer.
Fue entonces cuando el gusanillo comenzó a hacer cosquillas de nuevo.
El gusanillo está dentro de quién quiere hacer siempre algo.
Es el que llama a tu puerta para decirte que nada ha terminado. Al contrario.
Es el que hace que te des cuenta de que es hora de ponerse a trabajar ahora mismo.
Este gusanillo golpea, rasca, llama, golpea, suena, despierta, sacude, recuerda, insiste, ayuda, empuja, tira, arrastra, impulsa y sobre todo, estimula.
¿Es un mal momento?
Sí, lo es.
¿Nos sentimos como si estuviéramos en una cárcel gigante?
Sí, lo estamos.
¿Podemos estar un poco asustados y nerviosos?
Sí, podemos.
¿Y qué? ¿Es una excusa para parar?
No, en absoluto.
Ahora es el momento de ser valiente.
Es necesario protegerse adecuadamente. Pero también lo es seguir inventando, creando, inventando.
Es hora de que los que no están cansados hagan un paso adelante.
La energía de los que se mueven dará fuerzas a los que creen que no lo lograrán.
El pequeño gusano me está quemando por dentro.
Es un pequeño gusano con PCR.
El gusanillo con PCR nos salvará a todos.
Porque nos recordará que estamos vivos.
Y que no debemos dejar de perseguir nuestros sueños.
Incluso ahora que todo parece inerte.
Gracias al skateboard de Teudissino, tengo ganas de (re)vivir el laboratorio otra vez.
No sé qué va a pasar.
Pero mientras tanto, he olido olores, he tocado herramientas y he pensado en proyectos.
Y mientras tanto también hemos personalizado tanto el "Cricchetto" como la puerta del laboratorio (con la bandera de mi país).
Ambos son ahora mucho más acogedores.
Si ves una autocaravana "Pinchavuas" por ahí, por supuesto, ¡salúdala!
Todavia veremos cosas muy buenos.
Nada ha terminado.
Nada está muerto.
Todo renace.
Movámonos aunque el mundo esté quieto.
El gusanillo hará un PCR tarde o temprano.
Pero el pequeño gusanillo siempre estará allí.
El pequeño gusano nos recuerda que tenemo que estar en movimiento.
Quienquiera que esté en movimento cambiará el mundo.
No te rindas.
Todo está en nuestras manos.
Larga vida al gusanillo con PCR.
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