Esta fue la frase he utilizado esta semana con mi amigo Paolo.
"No pain, no gain".
"Sin dolor, no hay victoria".
Estos días estoy pensando mucho en esta frase.
Esta frase para muchos es imprescindible.
Es una frase "motivadora" para la propia vida.
Para mí también lo es.
Todo lo que tiene valor duradero proviene del esfuerzo.
Lo que se consigue sin esfuerzo ofrece una satisfacción muy efímera.
Tengo muchos ejemplos de esto.
En la línea de meta del Maratón de Barcelona 2012 lloraba de emoción, al igual que muchos de los atletas que me acompañaban.
Todos teníamos en mente los sacrificios realizados para poder correr los 42.195 metros.
En aquella época yo había hecho muchos sacrificios, corriendo a horas inverosímiles cuando mis hijos pequeños dormían.
Mi viaje a Santiago de Compostela en diciembre de 2019 me dejó recuerdos imborrables .
Fue maravilloso llegar por la tarde a la plaza del Obradoiro pensando en los muchos kilómetros que había caminado en solitario por los bosques de Galicia en los época de Nochevieja.
Podría haberme quedado en casa o haber ido a alguna fiesta.
En cambio, preferí caminar con mis botas de montaña.
Sabía que ninguna fiesta me hubiera podido dejar una huella tan profunda.
'Teudis, qué bien hablas italiano'. Hablas mejor que los nacidos aquí".
Los que preguntan no saben que cuando llegué en 1997 me pasé horas, noches y días repitiendo palabras que no sabía decir como: "A-mi-ci-zia", "As-so-cia-zio-ne".
Eran los tiempos en que yo decía "Buon pomodoro" en lugar de "buon pomeriggio". Decía "buen tomate" en vez de "buenas tardes" porqué confundía dos palabras.
¿Y ahora? Hablo y escribo perfectamente. Pero esto no es casualidad.
Es el resultado de un gran sacrificio para aprender bien la lengua del país que me acogió.
¿Las uñas? Apenas las tuve durante muchos años. Las devoré como si fueran patatas fritas. Tengo fotos de mí mismo a los 5 años mordiéndome las uñas durante la obra de teatro de fin de año del colegio .
Ahora casi no me las como. Pero sufrí para no hacerlo.
He superado muchos momentos duros y muchas recaídas.
Soy un nerd del excel. Los amigos y la familia me piden archivos a menudo porque puedo hacer cosas que parecen mágicas. Pero no lo son. Y no es casualidad.
Si me hubiesen pagado por cada seminario, curso o tutorial que he hecho online como autodidacta, ahora mismo sería tan rico como un actor de Hollywood.
La gente me dice: "¿cómo recuerdas ciertas fórmulas?"
Estudia durante años, lucha, equivocate y aprende. Tú también las recordarás.
Se me ocurren muchas otras cosas.
Jordi ha vuelto a jugar al fútbol tras una pausa de dos años.
Juega muy bien. Es pequeño comparado con los demás, pero es sabe jugar.
Patea con ambos pies. Derecha y la izquierda. Izquierda y derecha.
Pero eso no es casualidad. Es porque lleva años practicando con los dos pies cuando juega con su hermano.
Ha puesto mucho empeño en ello. Ahora disfruta el juego más que los que no lo hicieron.
Ahora es mejor que los que decidieron no esforzarse.
Teudis está sacando buenas notas en la escuela.
Pero durante la pandemia sufrió las penas del infierno para hacer sus lecciones desde casa. Se volvió loco delante de un ordenador. Estaba nervioso.
Poco a poco se fue dotando de un método. Superó ese periodo.
Ahora estudia, hace lo que tiene que hacer. Es un espectáculo. Pero eso no es casualidad.
Es así ahora porque no se rindió cuando muchos otros lo hicieron.
Aguantó. Y los resultados son fantásticos.
¿Y Anna? Como los otros dos rayos de sol, ella también es un ejemplo para mí.
No renuncia a nada. Es tenaz, resistente.
Levanta el brazo si tuviste que luchar cuando tenías 15 años. Si no lo levantas estas mintiendo.
Y levanta el brazo si a los 15 años te rendiste alguna vez. Yo levanto el brazo.
Ella no renuncia. Ella aguanta. Es una tigresa.
Es un espectáculo cada día. Y con el tiempo, lo será aún más.
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