YO
Me encanta esta ciudad.
Pero tengo poco más de 17 años y necesito aire.
Me falta respirar. Estoy triste. No veo la luz. No veo el camino.
Nunca entiendo si me quieren porque soy "el hijo de..." o porque "soy yo".
Qué hermosa Claudia. Qué hermosa esta relación. Qué hermosa esta sorpresa inesperada.
¿Y si no ha pasado por casualidad?
¿Y si "el respiro" fuera irme a vivir a Italia?
¿Y si mientras estoy en mi último año de instituto intento organizarlo todo para mudarme?
Lo intento. Pregunto a papá y a mamá.
Si sale mal, siempre puedo volver....
ELLA
Tuve una infancia dura.
Desde el momento en que le conocí supe que "era él":
Entendí que dedicaría mi vida a mi marido y a mis futuros hijos.
Lo dejé todo para seguirle.
Y ahora que soy adulta, me encuentro sola.
Mi marido me ha dejado.
Mis hijos viven lejos.
No todo fue como yo hubiera querido.
No fue fácil. No fue nada fácil.
Y ahora Teudis quiere irse a vivir a 1000 km de distancia.
¿Qué tengo que responderle?
ÉL
Yo vivía para mi carrera.
Y entonces, cuando se suponía que iba a dar el 'gran salto', la oportunidad se esfumó.
Me trasladaron al "borde del imperio, lejos de todo".
Me encontré en un lugar en el que no quería estar.
En cierto momento de mi vida me di cuenta de que tenía que cambiar algo.
Con profundo dolor dejé a mi mujer, aunque sabía que ella no quería.
Tuve que gestionar una crisis económica que nunca había vivido.
Tuve que criar a un adolescente, y guiar a una hija que ya vivía fuera de casa .
No fue fácil. No fue nada fácil.
Y ahora Teudis quiere irse a vivir a 1000 km de distancia.
¿Qué tengo que responderle?
ELLA Y ÉL
Teudis está enamorado.
Mientras trabajaba en verano conoció a Claudia, una chica italiana.
Parece que quiere mudarse a Milán.
Es un lugar lejano.
¿Cómo le ayudaremos?
¿Qué hará allí?
No habla el idioma, no tiene casa.
Conoce a alguien, pero ¿es correcto que tome una decisión tan drástica por un romance de verano?
Nos ha pedido que le dejemos mudarse.
¿Qué debemos hacer?
¿Qué le respondemos?
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Nunca sabré por qué mis padres me permitieron cometer esta locura.
No puedo ni imaginar cuánto sufrieron, esperando que todo me saliera bien.
Aquí estoy, 27 años después.
Estoy aquí con unas cuantas arrugas en la cara y unas cuantas cicatrices en el corazón.
Estoy aquí, vivo, sano, sonriente y con la cabeza sobre los hombros.
Esto es lo que soy hoy.
Yo también era así en 1997. Me di cuenta años después.
Ahora protegemos desproporcionadamente a los niños.
Evitamos su fatiga.
Reemplazamos su sudor. Hacemos sus subidas para que no se cansen.
Estamos obsesionados con el espíritu de protección.
Mis padres eligieron un camino diferente.
Es una paradoja, pero para protegerme me dejaron ir.
Nunca sabré por qué me lo hicieron.
Quizá vieron en mí cosas que yo no veía.
Mis padres me hicieron ver una manera diferente de hacer las cosas.
Mis padres me acompañaron.
Me dejaron hacerme adulto.
Sólo ahora comprendo qué acto de generosidad fue dejarme marchar.
Gracias mamá.
Gracias papá.
Quiero educar así a mis hijos.
